Esta avispa se comporta como especie invasora en Europa desde su llegada al suroeste francés en 2004, llegando en un barco de carga procedente del continente asiático. Desde entonces, han abarcado unos 120 000 km2 y atacado colmenas, causando importantes daños y alarma social en los lugares afectados. En 2010 se confirmó su llegada a la península ibérica a través de los Pirineos, como confirmaron las asociaciones de apicultores de Guipúzcoa y el Instituto Neiker en Irún, tras encontrar los primeros ejemplares.
En 2011 hizo su aparición en Galicia. En 2013 se informó de que las avispas se encontraban en Cataluña (provincia de Gerona) y Aragón. En diciembre de 2014 se encuentra el primer nido de avispa asiática en el Alto Najerilla, en La Rioja. En octubre de 2015, se encontró el primer nido en Mallorca.
En las zonas del Barcelonés y el Garraf (2019-2020), se han localizado nidos de gran dimensión y en muchos casos en los núcleos urbanos.
La expansión es imparable y en muy poco tiempo irá descendiendo hacia las zonas del sur.